El lobo es un embajador del conjunto de nuestra fauna salvaje, y también un poderoso símbolo de libertad. Pero la libertad siempre tiene un precio, y por desgracia es posible acostumbrarse a su ausencia, como bien sabemos en este país.
Lo mismo pasa con la naturaleza salvaje. Sin libertad y sin naturaleza las personas nos transformamos en autómatas y apenas nos damos cuenta de lo que perdemos, y peor aún, de lo que privamos a las siguientes generaciones.
Condenar a nuestros hijos a vivir en un mundo gris, mezcla a partes iguales de vertedero y monocultivo a escala planetaria, es simplemente un crimen.
Queremos un mundo verde en el cual vivir, no sólo sobrevivir.
Queremos naturaleza salvaje.
Queremos un LOBO VIVO y PROTEGIDO.
(Extracto del discurso de Luis Miguel Domínguez, Presidente de Lobo Marley, en la Manifestación celebrada el día 13 de Marzo de 2016 en Madrid por la protección total del lobo ibérico).